LA CAZA EN CERECINOS DE CAMPOS
ENLACES BROMAS DE RADIO CARTELERA AGRADECIMIENTOS  

 

La caza en Cerecinos de Campos asido una gran tradición desde tiempos inmemorables, siendo antiguamente la caza con galgo para la liebre la única que existía pero a principios del siglo XX se empezó a practicar la caza con escopeta, hasta hace unas décadas se podía practicar todos los días, no existían cotos, todo el mundo podía cazar donde quería, y ahora solo se puede a partir de final de octubre hasta final de enero, los domingos, jueves y festivos y sin poder sobrepasar los términos, aunque esto, yo como cazador se que nadie respeta, adentrándonos en los bordes del coto colindante.

La caza desde hace unas décadas hasta la actualidad a sufrido importantes cambios.
Recuerdo como yo siendo un niño apenas andaba para lo que es el ejercicio de la caza, la víspera de la caza ya no dormía para nada mas que se levantaba mi padre ir con el de caza, o si el iba con la escopeta ir con el señor Gaspar que recuerdo que cazaba con el señor Gorgonio, un señor conocido en la zona por su rapidez y aguante para andar, días en los que no había disputa por matar una liebre, donde todo se organizaba en las cuadrillas de cazadores con armonía, armonia que duro muchos años, donde la caza cambio se creo lo que conocemos por la reserva de caza, pero la armonía continuaba, recuerdo aquellas mañanas de domingo donde todos los galgeros a las 10 de la mañana nos reuníamos para salir en una de las dos cuadrillas, comenzaba la mañana y las liebres saltaban paulatinamente, creando las primeras disputas y mentiras” que si iba la negra que no que iba...”asì hasta que saltaba la siguiente rabona y vuelta la burra al trigo hasta que se llegaba la hora de la comida y cada uno sacaba la fiambrera o se la venían a traer cualquier familiar, como era mi caso donde se presentaba la señora pilar con el coche y todos a comer tirados en la primera abrigada que encontráramos, el problema se presentaba cuando al primero que le tocaba correr decía “manos a la obra” después de beber el buen vino de bodega y los chupitos acompañados muchas veces con pasteles s, se hacia demasiado duro por la tarde, pero bueno saltaba la rabona y todos contentos hasta que corríamos todas las colleras y todos para casa a cambiarse y al bar a comentarlo sucedido.

     
Igualmente los escopeteros salían en grupo empezando a cazar por las rayas y haciendo volar a las perdices hacia el pueblo donde ya cansadas las abatarian, las cuales al final de la jornada se repartirían entre todos.
Así mismo recuerdo aquellos días que salíamos los galgueros a cazar y las liebres que se mataban se la regalaban a los quintos, tradición ya desaparecida.
Ahora todo esto a cambiado mucho, en la reserva se caza cada uno por su sitio, no se respetan las leyes, la piezas escasean, etc. Yo personalmente creo que la culpa en cierta parte se debe a parte de los miembros del ayuntamiento, dado que pone el alcalde las normas que mas le complacen a el no dejando a los miembros de la junta directiva del coto formar parte en las decisiones que conciernen a la a caza, dichos miembros de la junta directivas que cogieron un coto sin apenas caza a base de luchar teniendo que ponerse severos y echar a algunos de los socios, además de esto salir a cazar los grajos, los zorros y de mas alimañas en los meses de enero y febrero cuando nadie se ocupa de la caza y todo esto sin beneficio èconomico.
Para terminar quiero decir a todas las personas que lean esta pagina que la caza son 12 meses no los tres o cuatro que cazamos y quiero agradecer a la junta directiva del coto vecinos de Cerecinos de campos por el gran trabajo que esta realizando

La liebre

La liebre tiene muy desarrollados el oído y el olfato, siendo la vista su peor sentido. El tipo de vida que lleva la liebre es en terreno abierto, es decir sin refugiarse en madrigueras, ni entre piedras o troncos de árboles, motiva una especial adaptàción del animal a este medio adaptandose a cualquier situación, desde el frío intenso del invierno de la meseta castellana hasta el sofocante calor del verano, habiendo desarrollando una particular estrategia defensiva, basada en el camuflaje, gracias a su manto pardo.
Sin embargo, la liebre no solo es muy veloz y ágil, pudiendo alcanzar una velocidad punta de 70 Km/hora, sino que está siempre atenta a cuanto sucede a su alrededor, siendo una estampa clásica de la especie, verla sentada sobre el suelo con las patas delanteras colocadas de forma erguida, para escudriñar y vigilar cuanto sucede en su territorio, en la forma que se reproduce en la imagen principal que ilustra esta pagina. La liebre es también sumamente recelosa y cautelosa, de forma que no se dirige nunca directamente a su lugar de encame, sino que con la clara intención de despistar a posibles depredadores y diluir su rastro, efectúa bruscos giros y cambios en el sentido de la marcha, para terminar dando un gran salto cuando está próxima a su refugio, colocándose en sentido contrario al llevado en la marcha.

 

 

REPRODUCCIÓN

 

La época de celo de éstos animales es prácticamente durante todo el año, aunque su número es mínimo a comienzos de invierno y máximo durante los meses de Febrero a Mayo.

Las liebres son polígamas lo que hace que un relativo pequeño número de machos fecunde una gran cantidad de hembras.

El número de veces que una hembra entra en celo en el año es variable y depende de la edad del animal y de las condiciones externas del medio.

El número de veces que una hembra entra en celo en el año es variable y depende de la edad del animal y de las condiciones externas del medio. Este número varia entre 2 y 4 veces, aunque el cautividad se han logrado hasta 7 partos. El número de lebratos por parto oscila entre 2 y 4 lebratos, también dependiendo de la edad de las madres. Las más jóvenes suelen tener menos partos y menos lebratos en éstos mientras que en liebres de 3 años se da la máxima fecundidad, empezando a disminuir a partir de esta edad.

El período de gestación es de 42 días aunque puede verse alterado por las siguientes adaptaciones:

- Superfetación: es la posibilidad que tienen las liebre de quedar preñadas mientras están desarrollando en su interior los fetos de una anterior cópula.

- Partenogénesis: la hembra puede parir sin ser aparentemente fecundada por un macho. Esto es posible, a que los espermatozoides de una anterior cópula se conservan durante el tiempo necesario para que se efectúe una nueva ovulación.

- Reabsorción de embriones: consiste en la desaparición de los embriones implantados en el útero.

Los lebratos mas conocidos ene esta zona como gazapo nacen con pelo  y son totalmente miméticos con el medio.A las pocas horas de nacer se separan entre ellos y también de la madre, permaneciendo quietos  hasta la hora de ser amamantados. Después de la primera semana comienzan a alimentarse de productos vegetales y al mes de vida pueden destetarse sin ningún problema.

 

 

La perdiz

 

La perdiz pertenece al orden de las gallináceas y a la familia de las faisánidas. No obstante a pesar de la clara definición de su filogenia, la pureza genética de nuestra perdiz roja no está tan clara como pudiera parecer a primera vista
Existen diferencias morfológicas que las distinguen, como en el color de la corona y el cuello, el número de listas transversales negras de las plumas de los flancos y el color de las plumas de los flancos. En el caso de la perdiz roja, la corona es gris en el pico y castaño en el resto. El cuello es blanco con una franja negra del collar sin colgar. En los flancos tiene una sola lista transversal y las plumas de sus flancos son con la base gris azulada y de un blanco muy intenso, puro negro o marrón oscuro.
La perdiz roja en estado adulto tiene una longitud aproximada entre 33 y 38 cm y una envergadura de 50 a 60 cm, con una cola que llega medir unos 12 cm aproximadamente. El plumaje y el color que lo caracteriza cambia según la edad y el sexo. Los pollos de perdiz de una semana no vuelan, no tienen cola y el plumón es blanco en la parte superior del pico y dorado en su parte ventral. A las dos semanas comienza a realizar pequeños vuelos y el color del plumón en la parte superior del pico se cambia a un color negro mientras que en la parte ventral el plumón se vuelve blanco. Al mes de vida los vuelos son más largos y el plumaje del dorso toma un color crema con moteados en la parte ventral a la vez que surge un ribete negro por encima del pico.


Con un mes y medio el capirote se vuelve gris, surgen manchas negras en la parte superior del pico y en la posterior del cuello, la cola se hace visible y las plumas del dorso ya aparecen de un color pardo y barradas. El color del cuello tiende hacia el negro y los laterales de la cabeza y la garganta hacia el color blanco.
Con tres meses el pico y las patas son de color naranja y el collar del cuello está sin cerrar. En los quince días siguientes las patas se vuelven rojas y en los machos juveniles la pluma más externa del ala es puntiaguda y con una mancha blanca.
La hembra adulta de quince meses muestra la pluma más externa del ala con su borde gastado y una mancha blanca. Carece de espolón. A los veintisiete meses el plumaje de la hembra es rojizo, presenta un collar negro que va de la base del pico hacia la garganta; tiene una tonalidad de color blanco sucio, presentando un babero de plumas de color gris perla y negro.
En sus flancos se aprecian las características bandas transversales donde alternan los colores rojo, blanco y gris perla, ribeteados de una fina línea negra. Su pico y las patas son rojas y en algunas ocasiones presentan un pequeño espolón.

A partir de Enero los machos empiezan su periodo de celo. La época de cría se desarrolla desde finales de abril a mayo. El macho prepara varios nidos en depresiones someras con poco tapizado de la vegetación próxima. La hembra elige uno, anida en el suelo y pone entre 9 y 18 huevos subelípticos, lisos y brillantes, de color blanco amarillento y a menudo dispersamente manchados. Pone los huevos a intervalos aproximados de 36 horas y los incuba en veintitrés días y medio. La hembra puede hacer dos puestas en nidos diferentes, en cuyo caso una puesta es incubada por la hembra y la otra por el macho. Los polluelos que eclosionan con un peso aproximado de veinte gramos, son nidífugos y consecuentemente abandonan el nido con rapidez, aunque los perdigones permanece unidos hasta el siguiente periodo de cría.
La perdiz es un ave omnívora. A la semana de vida su dieta está compuesta por un 66% de invertebrados y un 33% de semillas y flores. A las dos semanas su alimentación se invierte e ingiere un 66% de semillas y flores y un 33% de invertebrados. A las tres semanas, cuando se pueden considerara adultos siguen consumiendo un porcentaje mayoritario de vegetales (97%que se reparte entre semillas, frutos, hojas, raíces y flores, el resto lo aportan los insectos y los líquenes. Es pues evidente que la alimentación de las perdices esta muy condicionada por la disponibilidad de alimento que, a su vez depende en gran medida de la climatología y de las condiciones de partida del hábitat allí existente.
La perdiz roja vive en bandos familiares que denotan un buen estado general de la población cuando el número de individuos oscila entre 16 y 25 ejemplares. Ocupan un territorio pequeño, por término medio de unos 500 metros cuadrados, en gran parte debido a su carácter sedentario y la disminución de riesgos que supone no realizara grandes desplazamientos para alimentarse. Durante el periodo invernal la perdiz emite su canto peculiar por la mañana y a la puesta de sol y sobre todo cuando la bandada se ha dispersado y también para atraer al macho. Al espantarse la bandada, todos los individuos salen corriendo en la misma dirección. Duermen generalmente en lugares abiertos que facilitan la huída y en las franjas horarias de más actividad (Atardecer y primeras horas de la mañana) se desplazan para comer caminando, mientras algún individuo permanece vigilando. Beben en las charcas y aprovechan el agua condensada por el rocío y a medio día se dedican a la higiene personal, cuidando su plumaje y tomando baños de arena.
Hay que decir que tantas cautelas frente a los riesgos están perfectamente justificadas ya que una pareja de perdices logra sacar adelante entre un 30% y 35% de la crías incubadas y nacidas durante el año. Siendo los principales artífices de este pequeño desastre los pequeños depredadores como lirones, ratones, culebras, lagartos y ya en fases más adultas las águilas, los zorros y otras rapaces de más envergadura como ratoneros, azores, etc.
Los factores que propician una mortalidad que oscila entre el 65 y el 60%. Son achacables, con las reservas propias de este tipo de afirmaciones, a la caza en un 40% - incluyendo tanto la regulada como la furtiva -, a la climatología excesivamente rigurosa del invierno en un 10%, a los pesticidas en un 5% y a los depredadores en otro 10%.

 

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